Esta pintura victoriana, inspiró a Freud primero en su texto "El creador literario y el fantaseo" (1908) y mas tarde en Introducción al Narcisismo. Aquí va la cita:
"El narcisismo primario que suponemos en el niño, y que
contiene una de las premisas de nuestras teorías sobre la libido, es más
difícil de asir por observación directa que de comprobar mediante una
inferencia retrospectiva hecha desde otro punto. Si consideramos la actitud de
padres tiernos hacia sus hijos, habremos de discernida como renacimiento y
reproducción del narcisismo propio, ha mucho abandonado .La sobrestimación,
marca inequívoca que apreciamos como estigma narcisista ya en el caso de la
elección de objeto, gobierna, como todos saben, este vínculo afectivo . Así
prevalece una compulsión a atribuir al niño toda clase de perfecciones ( para
lo cual un observador desapasionado no descubriría motivo alguno ) y a encubrir
y olvidar todos sus defectos ( lo cual mantiene estrecha relación con la
desmentida de la sexualidad infantil ) . Pero también prevalece la
proclividad a suspender frente al niño todas esas conquistas culturales cuya
aceptación hubo de arrancarse al propio narcisismo, y a renovar a propósito de
él la exigencia de prerrogativas a que se renunció hace mucho tiempo. El niño
debe tener mejor suerte que sus padres, no debe estar sometido a esas
necesidades objetivas cuyo imperio en la vida hubo de reconocerse. Enfermedad,
muerte, renuncia al goce , restricción de la voluntad propia no han de tener
vigencia para el niño, las leyes de la naturaleza y de la sociedad han de cesar
ante él, y realmente debe ser de nuevo el centro y el núcleo de la creación. His Majesty the Baby, como una
vez nos creímos. Debe cumplir los sueños, los irrealizados deseos de sus
padres; el varón será un grande hombre y un héroe en lugar del padre, y la niña
se casará con un príncipe corno tardía recompensa para la madre. El punto más
espinoso del sistema narcisista, esa inmortalidad del yo que la fuerza de la
realidad asedia ,', duramente, ha ganado su seguridad refugiándose en el niño .
El conmovedor amor parental, tan infantil en el fondo, no es otra cosa que el
narcisismo redivivo de los padres, que en su trasmudación al amor de objeto
revela inequívoca su prístina naturaleza." (Freud, 1914:87-88)
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